Me encontraba sentado en un banco de color verde frente a la fuente. Tenía la vista fija en el agua que caía como una cascada sin prestarle atención porque estaba sumido en mis pensamientos.
Hacía un par de días que había llegado una carta a mi casa, informándome de que el próximo curso sería el director del centro educativo de Mystic Fall. Las clases comenzarían en enero pero debía incorporarme para revisar las cuentas, elegir los diferentes puestos de trabajo, organizar a los alumnos en clases, horarios…
Trabajo.
Cerré por un segundo los ojos, escuchando el chapoteo del agua y dejando que el sol de invierno me golpeara. Volví a abrí los ojos, quitándome el sombrero negro y dejándolo a mi lado sobre el banco volviendo al mundo de mis pensamientos.
Hacía tiempo que no seguía el rastro de ningún ser sobrenatural. Mi vida se volvía aburrida y monótona pero no existían los asesinatos desde varios meses, salía al bosque a cazar algún cervatillo para no perder la práctica y conseguir estar a la altura de las circunstancias. Tampoco había dejado de salir a correr al amanecer continuando con numerosas series de ejercicios físicos para mantenerme en forma.
Los ancianos sentados al otro lado de la fuente, hablaban sobre sus nietos, sus esposas e hijos. Cuando necesitaba enterarme de los rumores del pueblo, iba a la fuente a escuchar las conversaciones de los ancianos que siempre estaban al tanto de todo…pero no había nada de interés.