Anocheció temprano. Antes de lo que acostumbraba. El cielo nublado de Forks parecía mucho más oscuro aquella tarde. Nada bueno presagiaba aquel día sombrío. Una palabra mal dicha, en el momento inoportuno. Una conversación que no tenía nada diferente a las ya tenidas sobre el tema. Quizás ese era el problema. Todo tiene un límite. Jasper estaba obcecado en aquella verdad. Alice luchaba con todo su coraje contra su baja autoestima.

Pero aquella tarde oscura terminó en desastre.

El vampiro estaba convencido de que era demasiado débil. Al compararse con el resto de miembros del clan Cullen no podía más que empequeñecerse. Su vida como guerrero le había vuelto tan sanguinario que era muy difícil controlarse. Sobre todo desde que Bella se paseaba por sus cercanías, desprendiendo ese olor tan apetecible. No lo soportaba más. Y Alice tampoco. Un intercambio de palaras que en cualquier otro momento no hubieran tenido otro efecto más que el apoyo, se convirtió en el motivo de una disputa de dimensiones nunca igualadas. Nadie podría imaginar que ellos, los predestinados a encontrarse, se separaran. Y no hubiera sido así, no. Aquella noche anticipada encadenó las coincidencias que cambiaron el rumbo de sus vidas. Tras la discusión, Jazz salió a dar un paseo. A refrescarse y a pensar. Estaba dolido. A su complejo de eslabón débil se le unía la disputa con el amor de su vida. No servía para nada, creía. No lograba hacer nada totalmente al derecho, lo mejor era desaparecer. Se agolparon en su mente los recuerdos de su larga vida sanguinaria y le dolía, le dolía la vida que hacía tiempo perdió, le dolía la existencia. Quisieron los hados que en su camino se cruzara una nueva habitante de Forks. Se trataba de una vampiresa cuyo nombre era Evelynn y con un poder peculiar: borrar el dolor, los recuerdos dolorosos. Compadecida por la agonía sentimental del rubio borró la memoria de todo cuanto le dolía, incluyendo a Alice.

Para el duendecillo Cullen se pasaron los días eternos. Todos estaban preocupados por el paradero del guerrero, pero ella… Ella no podía soportar la incertidumbre de su partida. Ni si quiera tenía visiones que tuvieran a su compañero como protagonista, sentía que sus lazos se habían roto, sin embargo, no encontraba explicación. Era como si toda su historia se hubiera desintegrado en un instante. Empezaba a perder la esperanza de volverlo a encontrar, le había buscado durante tanto tiempo y creyó perderlo para siempre. Intentó moldearse a una nueva vida, pero le resultó harto complicado. Todos tenían su vida ordenada y su posición en ella estaba ya marcada, incluso en la de Edward, su hermano favorito, quién le ayudaba a mantener su espíritu alegre, a pesar de la melancolía.

Edward, por su parte, no estaba atravesando uno de sus mejores momentos con Bella. La insistencia de la humana en culminar sus sentimientos y su obsesión por ser un vampiro, mellan la moral del centenario muchacho. Agobiado por las exigencias de la hija del sheriff decidió alejarse un poco, tomar cierta distancia que le permitiera controlar sus impulsos básicos. Edward aprovechó la tristeza de Alice para pasar menos tiempo en compañía de Bella y acompañar a su hermana preferida en su añoranza e intentar ayudarla a recuperar el buen humor que la caracteriza.

Transcurrían los días como granos en un reloj de arena. Los mejores hermanos Cullen se unían cada vez más, aunque pareciera imposible. Ellos no se daban cuenta todavía, pero se les veía más felices y relajados. Imposible ver para el que tiene los ojos vendados. Todos cegados por la posición de cada cosa en el mundo, eran incapaces de captar algo evidente: el humo que se desprendía, los sentimientos que se transformaban entre ambos.

No pasaron muchos días, una semana a lo sumo. En casa de Carlisle Cullen se presentó Seth. El joven lobo quería advertirles de una seria amenaza. La vida de Bella Swan estaba en serio peligro y debían aliarse todos para salvarla, Victoria cada vez tenía más sed de venganza. Por un bien mayor, tenían que dejar de lado sus diferencias y formar equipo. Carlisle escuchó al muchacho con atención y, no sin meditarlo, tomó la decisión de que formarían juntos un ejército. La noticia no agradó del todo a todos. Sorprendentemente, ni siquiera el propio Edward estaba muy de acuerdo. Pues el día anterior había sufrido un amargo desengaño, Alice tuvo una visión que compartió con el pequeño de los Cullen. En ella había visto como Bella y Jacob se fundían en un beso. Al enterarse, Edward desencadenó una funesta pelea con el chico lobo. Tras terminar magullado, le asestaron el peor de los ataques. La humana le había dicho que tenía dudas en cuanto a ellos… Imperdonable. Una conversación entre hermanos les llevó a una importante conclusión. A pesar de lo ocurrido, la vida de Bella debía ser salvada. Motivados por este sentimiento de justicia todos entrenan. Alice con más dureza que ninguno, ayudada incondicionalmente por Edward.

¿Pero cómo llegó todo a ese punto? Aro, quién vive obsesionado con la extraordinaria capacidad de Bella, envió a la nueva fuera Vulturi a Forks con una misión clara y, aparentemente sencilla. Tenían que conseguir ganarse la confianza de los Cullen y aliarse con Bella. Sin embargo, todo salió mal con el aviso de Seth. Una de sus enviadas fue Evelyn, que debido a su compasión borró los recuerdos de Jassper. Y ahora están paradero desconocido.

Mientras los Cullen se preparan por la batalla, en la cual lucharán codo con codo junto a los lobos, en la manada las cosas no han cambiado demasiado. Leah sigue teniendo fuertes sentimientos hacia Sam y envidia a Emily por haber sufrido la imprimación con él. Siempre está de mal humor y agobia a todos con sus malos pensamientos. Emily empieza a cansarse de su comportamiento inmaduro. La tensión se palpa en el ambiente.

Cada entrenamiento une más a las dos familias, también a los miembros de cada una. Un tropiezo durante una batalla simulada, provocó que los cuerpos de Alice y Edward quedaran a escasos centímetros. Si hubieran podido ruborizarse, sus rostros hubieran lucido sonrosados por el acercamiento. Testigo de ello fue Emmett, quién no le dio importancia al momento, hizo un comentario despreocupado al entrar en la casa. Esme y Carlisle se miraron durante un instante, se dijeron todo con la mirada. ¿Acaso…?

¿Qué ocurre entre los hermanos? ¿Conseguirá Aro a Bella? ¿Dónde se ha metido Jasper? ¿Estará a salvo? ¿Conseguirá Bella aclararse, alguna vez? ¿Volverá el rubio a casa de los Cullen? ¿Los recordará? ¿Habrá floericido algún sentimiento en la joven Evelynn Vulturi?¿Victoria conseguirá su venganza contra Bella?