»Nombre Completo: Katerina ALINA Petrova. {Katherine Aline Pierce}
»Apodos: Katherine, Kat -conmuchaexclusividad- y una sarta de palabras hermosas y no tanto.
»Fecha de Nacimiento: 13 de Agosto de 1476
»Raza: Vampiresa no vegana.
»Edad: 535 años reales.
»Edad Aparente: Diecisiete/Dieciocho aparentes.
»Fecha de Conversión: 7 de Abril de 1491
»Orientación Sexual: Heterosexual
»Ocupación: Sobrevivir. Amar.
»Nacionalidad: Búlgara.
»Asesinatos: Incontables. Ninguno en Mystic Falls, por el momento.
»Bando: Bando de los Originales
»Lugar de Residencia Actual: Un pequeño piso en el motel de Mystic Falls.
»Orientación Sexual: HeterosexualQueen.

Rencor. Miedo. Ansias de vida.
Katerina murió. Renació Katherine, que a su vez, se perdió. Y lleva años buscándose a sí misma, pero no es capaz de alcanzar quien realmente es. Se equivocó. Amar no valía la pena si era el camino a una muerte segura. Si no existían los finales felices ¿para qué amar? Pero no podía cambiar su filosofía con tanta rápidez, así que, simplemente se cerró a cal y canto. Nadie jamás vería a Katherine Pierce sufrir. Nunca.

Cualquiera que la conozca o la haya visto, podrá contar a quien le pregunten por ella que es una muchacha fría y sin escrúpulos. O quizá que es un ángel. Uno de los caídos, de los más hermosos, de los traicioneros. Porque Katherine tiene mil rostros. Mide sus pasos con conciencia, y no sin antes pensar en un plan de repuesto. A su vez, en su mirada se refleja la perspicacia y la inteligencia que posee. Podría decir también que es muy ególatra , indiferente, soberbia y que por mucho que intentes sonsacárselos rara vez muestra sus sentimientos. Claro está, guardar todos los sentimientos sería negarse a vivir y la morena no piensa permitir eso. Así pues, aunque generalmente el único sentimiento que parece rebosar en la muchacha es el odio, sigue siendo una persona y por lo tanto siente. Ama. Admira. Siente curiosidad, desprecio y sabe de que lado estar.

No es que sea la diosa de la lealtad, pero se mantiene en el bando que le interesa.

Y la verdad es que al negarse sentir nada hacia los demás, ha adquirido un don ciertamente interesante para ese brillante destino cómo vampira asesina. Y por ese brillante pasado cómo damisela en apuros. La empatía no existe en ella, ponerse en el lugar de los demás la hace débil, y crea remordimientos que con un simple botón apaga, pero hace tiempo que bloqueó esa sensación. No tiene remordimientos algunos. Click. Apagado. Analiza y sabe que es lo mejor para sus propósitos y sus caprichos. Y sobre todo, sabe que aunque la paciencia es un don, el paso del tiempo en ocasiones lo único que hace es empeorar la situación, así que siempre que tiene algo que decir, expresar o incluso llevar a cabo, lo hará cuanto antes. Aunque no es mujer de muchas palabras. Es una chica fuerte. De la que lleva los pantalones. Distingue muy bien entre su bien y su mal. Otro dato ciertamente característico de la muchacha es su resignación a su imán a la mala suerte. Sabe que si algo puede salir mal, saldrá mal. Es por eso que antes de proceder con algo importante comprobará mil veces que todo está como desea.

Porque Klaus la ha perseguido medio milenio. ¿Cómo piensas que se ha escapado?


¡Ah, egoísta por naturaleza, mis señores! Efusivamente egoísta. Adorablemente egoísta. Fogosamente egoísta. Pero egoísta siempre estará entre sus términos. Ella siempre estará por delante. Sea lo que sea.

¿La vida o el amor? Para poder amar, hay que estar vivo.

Aprende de sus errores con mucha rápidez, señores y señoras. Es toda una aficionada a equivocarse y levantarse otra vez. Y cuando pierde a alguien por una pelea, a pesar de seguir soportando alejada de ella por puro orgullo, puede pasarlo fatal. Es muy orgullosa, eso también. Otro de los rasgos más importantes de la muchacha es su cinismo y la verdad, es que ya se puede haber comprobado justo en los párrafos de arriba. Pero cualquier persona cínica, por mucho que demuestre lo contrario en sus acciones también tiene a sus personas de importancia. ¿Y qué es de las personas de importancia de Katherine? ¿Cómo actuaría si llegaras a ser una de ellas? Pues según su grado, queridos. La confianza es algo que tienes que ganarte en cuestión de lo que hacercarse a Katerina Petrova se dice. Poco a poco, pero lo conseguirás. Es una persona responsable y embutida en su educación de niña bien. Pero es una buena persona. Quizá es algo dramática y a la que le encantan todos los detalles más estúpidos, a su vez, su cinismo y hostilidad se transforman en un infinito sentido del humor.

Todo son juegos para ella. Absolutamente todo. Además de que aprovecha cualquier situación. Incluso la muerte de alguien, para ser ella la primera en las filas. Es ambiciosa. Quiere lo que le pertenece y lo guarda con recelo, quizá demasiado.


Katherine Pierce, la que ya empiezas a conocer demasiado a fondo, y como creo que ha quedado en cierto modo: también siente. Y como cualquier persona, también se enamora. ¿Y qué clase de maldad existe entre el destino y el putrefacto y negro corazón de Petrova? Quizá sea una maldición mucho más fuerte que tener que escapar de Klaus. Amarlos a los dos fue una pequeña perdición.

Un círculo vicioso. Damon, el perfecto caballero destinado a un final épico. El guerrero de los dos. Y Stefan, polifacético y dulce. Los dos humanos e inocentes. Los dos dentro de un juego del que Katherine creía llevar las riendas. Se enamoró de los dos. Sí. Eso fue. No supo elegir, el tiempo se le hechó encima y volvió a hacerlo. Huyó. Dice amar a Stefan, verdadero. Y siente por él lo suficiente cómo para que todo lo que ha aprendido, todo lo que su experiencia se basa en, simplemente desaparezca.

Puf.

»Gustos:
La sangre a treinta y siete grados, recién salidita del horno.
Un buen vino.
Vestir con trajes realmente caros.
Darse caprichitos.
Jugar.
Que la consientan.
»Disgustos:
Que hagan trampas.
No salirse con la suya.
Que no le hagan caso.
Que traten de adueñarse lo que es suyo.
»Hobbies:
Cazar.
»Fobias:
Klaustrofobia . Así es, con nombre y todo.
»Debilidades:
Stefan Salvatore
Damon Salvatore
Elena Gilbert
»Manías:
Frunce el ceño cuando no comprende algo.
Entrecierra la mirada para verse más críptica cuando simplemente trata de entender de qué habla su interlocutor.
Pasar la lengua sobre sus colmillos.

»Historia:
Una preciosa criatura humana cuya vida estaría llena de felicidad en Bulgaria. Hija única. Consentida, amada, adorada. Y de todo.

A medida que crecía, su madre, la consintió como a una bellaca. Tenía todos los vestidos que deseara y todos los servicios que se le podían ser prestados, mientras que su padre abusaba de eso para venderla cómo a un trozo de carne a los ingleses. Sin duda, no quería casarse. Ya siendo humana, tuvo varios embrollos con el servicio, entre los cuales, terminó embarazada del cochero. La verdad es que ella no le amaba, pero él a ella sí. Y Katernia que para aquel entonces también pensaba sólo en ella, vio su manera de huir del matrimonio. Cualquiera era aceptada. No obstante, no se vió capaz de abandonar a su familia y creyendo las mentiras de su padre se quedó. Él le arrebató a su hija.

Destrozada, Katerina trató de seguir con su vida. Sin comerlo ni beberlo, Elijah, un amable caballero la llevó a Inglaterra con consentimiento de sus padres para presentarla a Klaus. Éstos tratarían de sacrificarla para que el mayor de los hermanos desatara una maldición que apresaba su parte lupina. Volvía a ser una marioneta del destino, y ella decidió cambiar su suerte. Huyó. Escapó. Hizo y deshizo lazos hasta conseguir el preciado líquido rojo y suicidarse para volver como una inmortal. Escapar de las manos de Klaus, aún si Elijah creía poder salvarla o no con su poción mágica chupi.

Katherine dejó atrás los valores humanos, adiós al amor, se dijo. Sangre, placer, muerte. Eso era lo que la rodearía en su futuro. Huía de Klaus una y otra vez. Meticulosamente ninguna pista quedaba de ella por donde pasaba. Sola. Capaz de valerse por si misma fuera o no creíble para su familia. Familia a la que Klaus mató después de escaparse. No importa cuantas veces trate de olvidarlo, jamás dejará de ver la sangre en suelo y paredes cómo su falta.

1864, Mystic Falls.

La familia Salvatore tuvo la gloria o la desdicha de dejar entrar a Katherine por sus grandes puertas y junto a ella, una horda de sedientos vampiros que se harían con Mystic Falls. Ambos descendientes quedaron prendados de la belleza de la Petrova, que no dudó en agenciarselos para su disfrute único y exclusivo. El juego y la obsesión fue la perdición de los tres, a un largo o corto plazo. Jugaba con ellos, se divertía, pero volvió a cometer un error. Amarlos. A los dos. A cada uno por una razón distinta.

Mientras ella se perdía con su corazón, el pueblo trazaba planes para aniquilarla a ella y a su familia, a la que no vaciló en vender. Se salvó de ser llevada a la tumba. Huyó. Sin esperar siquiera que los dos jóvenes la buscarían desesperadamente, convirtiéndolos en vampiros y dejándolos al cargo de Emily. Les mintió, pero lo hizo para salvarse. Y no se arrepiente.

No, ¿verdad, que no?

Años y años en los que se prometió a si misma que volvería a por un añorado Stefan. Viajó por miles de lugares. Bangladesh, Hong Kong, omitiendo Bulgaria y lo que ésto significaba, Túnez, Roma. En Francia, tanto París cómo Toulouse. Pasó por Barcelona, para descender hasta los paises menos cuidados dónde el hambre parecía acabar con gran parte de la población, subió a Alemania, rondando la segunda guerra mundial. Viajar, alimentarse, y en menos de un mes o dos, huir a otro punto sin dejar pistas. Para cuando vio la oportunidad de que Klaus la dejara estar si le daba a la réplica, -una vez ya sabía de la existencia de la continuación de las líneas Petrova- volvió a Estados Unidos. No para encontrarla. Para encontrar una pieza algo más complicada: el hombre lobo. Y cuando lo encontró, también jugó con Mason Lockwood, hermano menor del alcalde actual de Mystic Falls.

Hace poco, ha regresado sin él, al lugar de sus inicios, a Mystic Falls, siguiendo la pista de una daga que dicen oculta en esa tumba. Una daga, que puede matar a un original.

oh!take me backto the start ...