El taxímetro había marcado ya un gran número 10 con 00 céntimos, aunque faltaban unos 5 minutos para llegar al siguiente pueblo, no podía permitirme gastar el poco dinero que quedaba y aunque esos 5 minutos en taxi, se convirtiesen en 15, o quizá 20, caminando, no sería mucho ni me desgastaría; tomé la mochila que, aunque no pareciese, era más pesada de lo normal, quizá todas aquellas cosas que había comprado durante mis viajes, la había hecho más pesada; apreté fuerte y tiré hasta que quedase cerca de mi costado, carraspeé... — Hasta aquí está bien, puede detener el taxi — El hombre comentó algo con respecto a que no era seguro ir caminando, ¿no eran suficiente 10 dólares?, no le daría todo mi dinero; hice un gesto con mi mano para indicarle que la decisión era definitiva y detuviese el taxi, así mismo lo hizo, toqué la manilla de aquel viejo y húmedo taxi, hice un pequeño empujón con la mano hacia abajo, la puerta abrió con un chirrido penetrante, tomé fuertemente la mochila, salí del taxi…

Había empezado a caminar cuando el taxista sonó el claxon, sí, había olvidado pagar… Olvidado, olvidado, ¿acaso me había convertido en un ser lo suficientemente bajo como para no reconocer que quería huir con esos 10 dólares y tenerlos guardado para otra ocasión?, quizá, quizá si me había convertido en una persona de mente pobre y podrida; giré sobre mi mismo y caminé en dirección al auto, el hombre bajó la ventanilla, bajé la mano hasta la parte trasera del pantalón, saqué la cartera y comprobé el dinero que me quedaba… 22 dólares, 22 míseros dólares, ahora tenía que decir adiós a 10 de ellos y quedarme con la cantidad más baja nunca antes vista, para mí, claro está; una vez que te acostumbras a ser hijo de padres políticamente famosos, y que te den lo que quieres, no es fácil el caer en… en la pobreza, pobreza que yo mismo había decidido.

— Gracias — fue lo único que pude decirle al taxista, quien me vio con algo de disgusto en su rostro, bueno, es la única forma que puedes ver a alguien que ha querido irse sin pagar. Caminé unos… ¿5 minutos?, y ya empezaba a lamentar no haber terminado de ir en taxi; el aire, a comparación con el de dentro del taxi, era bastante frío, muy frío, aunque en París haga un frío insólito, nunca pude acostumbrarme a eso. Cada minuto que pasaba, el pueblo se sentía más y más alejado, al igual que la mochila, solo que ésta parecía engordar (pesar) cada vez más. A lo lejos, se podía admirar unos cuantos “edificios”, por así decirles, quizá ese era mi siguiente destino, quizá allí era donde encontraría lo que estaba buscando, ese significado de vida, algo que me diera razones para permanecer en aquel lugar.
Pasados unos minutos, había llegado a lo que parecía un puente que conectaba algunas salidas con aquel pueblo, ese sería mi lugar de descanso, aunque sea merecía el sentarme unos segundos.

Era muy gracioso tener que caminar hasta allí pero no me quedaba otra opción mas que esa si quería hacer un informe perfecto. Si, tenia que realizar un informe de biología muy importante para la escuela. En si era una gran tontería, solo tenia que analizar un árbol, anotar sus características, el ambiente y muchas otras cosas mas que ahora no venían al caso pues aun no llegaba a mi destino. Pensaba caminar hasta el sur, mas o menos hacia las salidas de Mystic Falls, donde el lugar era mucho mas tranquilo y uno podría pensar libremente. No pasaban muchos coches por aquella carretera, a lo mejor si, no había prestado la suficiente atención a eso. Cerca de allí estaba el cementerio y un poco mas allá, el lago. Muy bonitos lugares si tus objetivos eran ir a descansar, pero actualmente mi mente estaba en otro lugar distinto. Mi padre me había regañado ya que estaba dejando de lado mis deberes de la escuela,no me interesaban para nada, pero que tenia que hacer ya que mis estudios "comunes" también eran importantes, al menos para el.

¿Porque no ir a los bosques del oeste, donde seguramente,lo arboles serian mucho mas variados y mejores?, simplemente por el hecho de que a ese lugar ya lo conocía demasiado bien, ya lo había visitado tanto de noche como de día y se tornaba...¿aburrido?, si, esa era la mejor palabra para definirlo. Mis pasos ya eran bastante lentos y perezosos porque sabia que iba a los limites por un bobo trabajo que me retrasaba lo que de en verdad quería practicar, no tenia otra opción. Pude divisar a lo lejos el Wickery Bridge, lo había pisado varias veces antes pero a decir verdad hace mucho tiempo que no pisaba sus maderas algo húmedas. Habré tardado en total unos veinte minutos en llegar al puente, que como de costumbre se hallaba desierto. Abrí mi bolso que llevaba para sacar mi cámara fotográfica, fue un regalo de papá cuando cumplí los dieciséis, era muy bonita a decir verdad y las fotos que lograba sacar eran increíbles.

Comence a aprentar el boton varias veces mientras sacaba aquel hermoso paisaje de varios ángulos, serian perfectas para mi nuevo álbum personal. Lamentablemente, no pude evitar recordar la misión del porque había llegado a aquel lugar: trabajo de biología. Insulte endemoniadamente a mi profesor, mentalmente claro ¿porque me hacia esto?, si sabia sobre mi verdadera naturaleza, ya veríamos quien iba darle los trabajos a quien. El hilo de mis pensamientos fue cortado por el sonido de un claxon bastante cerca del lugar. Se encontraba un taxi y un chico bastante joven que al parecer le estaba pagando y luego se dirigía hasta donde yo estaba, no pude evitar sacarle una foto a esa escena. Él se sentó en el suelo, estaba acompañado de una mochila que al parecer parecía ser bastante grande y pesada.-¿Estas bien?-fue lo único realmente idiota que pude decirle, se notaba que estaba cansado, pero tampoco para que valla a preguntarle semejante estupidez como ¿estas bien?.

En mi reposo, (que de verdad duró poco) una rubia, no muy alta, no muy baja, de al parecer unos… ¿18 años? Si mis cálculos no fallaban, se acercó desde una parte del puente. “¿Estás bien?”, fue lo que dijo, a menos que mis oídos me traicionaran, como era de costumbre; me apoyé del suelo y me levanté, aún sin responder a su pregunta incliné levemente la cabeza y pestañeé repetidas veces, la había visto en algún lugar, no sabía en donde, pero lo había hecho, enderezo la cabeza y esbozo una sonrisa. — Muy bien, gracias… ¿Tú? — algo cortante, pero, bueno, no era de las personas de conversaciones extensas, o eso creía, al igual que no era normal que una chica de su edad estuviese sola por las afueras de un pueblo.

Medio giro el cuerpo para ver el lugar, oscuro, húmero, ¿viejo? mucho… — Aunque sea de día no quiere decir que una jovencita tan bonita esté sola por aquí, aunque… supongo que como es un lugar algo pequeño… — Pequeño ante todas aquellas grandes ciudades que había recorrido; pasé mi mano por el cabello despeínandolo un poco. — ¿Ha cuando tiempo me encuentro de Mystic Falls? — Espero que pronto, no quiero otra caminata con ésta mochila…, bajé la mira y noté que la chicha lleva algunos libros, o algo por el estilo, a lo cual sonreí, hacía ya algún tiempo que no tenía nada de que preocuparme, y menos estudios.

Aquello era algo bastante incómodo, bueno, debía serlo, no había tratado con muchas personas en mucho tiempo, a menos de que las extrañas y múltiples consonantes acompañadas con unas cuantas vocales, que los alemanes hacían llamar su idioma, fuese una buena conversación; no, no había tenido una conversación tan.. ¿aceptable? como la que, esperaba, aspiraba o algo, con ésta chica.

Agradecí de alguna forma al cielo que aquel chico no me hubiera mirado de una manera extraña. Se paro cuando me termine de acercar a el y contesto a mi pregunta algo cortante. No me extrañaba que me contestaran de esa manera, seria algo extraño que una total desconocida te hablara de la nada, pero así era yo. Su mirada me pareció extraña ya que parecía ser que me conocía, seguramente eran paranoias mías acompañadas con el gran cansancio que tenia encima. Le sonreí de lado para ser mas cortes, si mis ideas no fallaban del todo, ese chico venia de algún viaje o algo parecido.-Yo perfectamente-me apresure a decir luego de que me hubiera preguntado como estaba. No tenia inconvenientes en hablar con completos desconocidos, la verdad es que ese no era un problema que yo padecía, era gracioso pues mi familia en general era muy tímida, a lo mejor era la oveja negra y en muchos sentidos.

Se giro para ver el lugar, al parecer fue rápido ya que me comenzó a hablar otra vez. Parpadee varias veces antes de contestarle nada, para ser sinceros, pensé esa respuesta-Si, este es un pueblo de verdad pequeño, digamos que es bastante común ver gente por aquí, por lo menos caminando-le eche un rápido vistazo a mis libros que tenia en mis manos, junto a mi cámara, claro que tenia mi grimorio conmigo, no salia a ningún lado sin el sea por la excusa que fuere.-Pues para serte sincera, son veinte minutos en total-di una pausa mientras volvía a mirar su mochila-Digamos que tienes que cargar con ella ese periodo de tiempo-levante ambas cejas mientras ahogaba una pequeña risita, tenia que parecer educada.-Por cierto, soy Ophelia Becker-instintivamente, mire mi cámara que aun mostraba la foto de ese chico bajando del taxi, seguramente si no le decía nada me sentiría culpable luego.

Suspire, el aire comenzaba a ponerse pesado y eso era en verdad molesto, pero tenia que quedarme allí un buen rato mas. Demonios, ¿porque tenia que ser tan responsable en esos momentos?, ya no tenia otra opción mas que esa. Extendí mi mano hacia el para que mirara la foto-Perdón la indiscreción, suele pasarme, así que no te lo tomes personal o algo así-volví a sonreirle. Tenia que admitir que era un chico bastante raro pero me caía bien (al menos no parecía tener malas intenciones para nada). Fije mi vista en su rostro por unos cuantos segundos-¿Sabes?, si necesitas una guía aquí me ofrezco-ahí si que no pude evitar reírme un poco. Volví mi lista hacia los arboles, que se movían lentamente con la brisa que al parecer ya comenzaba a correr.

Esbocé una sonrisa cuando mencionó que estaba bien, y mientras la escuchaba atentamente sobre lo lejos que quedaba el pueblo, iba acomodando la mochila en mi hombro, resoplé cuando mencionó que debían ser unos 20 minutos y que, obviamente debía cargar con ésta estúpida mochila. -No puede ser- me lamente y negué con los ojos cerrados -Ésta mochila no es tan ligera que digamos- hice aquel extraño gesto desagrado y aburrimiento, mientras re acomodé la mochila en mi hombro, al parecer ya estaba lo suficientemente desgastada como para que se resbalase sola por el hombro.

Aquella chica le echaba vistazos a sus libros y cámara constastemente "Son solo libros, no debería preocuparse tanto... Creo." Miré sus libros, entre ellos había uno, que, por su cubierta, era bastante, mucho diría yo, viejo; alcé una ceja en forma de curiosidad, pero, por educación no mencioné nada y aparté la vista... Nos habíamos quedado callados, hasta que ella se presentó. - Encantado de conocerte, Ophelia, soy Erick- Así mismo, sin apellidos, no podía darme a conocer tan rápido a un lugar que ni siquiera había llegado como tal; le sonreía a ella, no era una chica mala, no a mi parecer, no podía serlo, parecía tan dulce, suelo una pequeña risa y sigo sonriendo por un rato. El clima estaba cambiando, ¿lluvias de verano?, no, estamos en Invierno... Quizá son cosas de éste pueblo.

Mientras el viento soplaba suavemente y hacía que las hojas de los árboles, ya secas en el suelo, danzaran por la carretera y algunas llegasen dentro del puente, Ophelia chequeaba su cámara, quizá dejé de prestar atención por unos segundo, quizá el susurro del viento me absorbió, ya que lo próximo que hice su darme un pequeño susto al momento en que ella me mostró una foto en su cámara; pestañeé varias veces, para visualizar mejor, en la foto, en esa pantallita, estaba yo, ¿me había fotografiado mientras estaba pagándole al del taxi?, raro, ¿no?.. Reí y le sonreí -Tranquila, estoy conciente de que puedo resultar muy atractivo- dije bromeando y haciendo cara de hipersexy... la escuché decir algo sobre servir de guía y ahí fue cuando sonreí con agradecimiento, por fin alguien que me ayudara -Pues claro, si me pudieses mostrar la ciudad y comentar sobre ésta, para mí sería un placer- dije mientras, por última vez acomodaba la mochila en mi hombro

Lo mire durante unos minutos con un poquito de lastima por tener que cargar esa pesada mochila por veinte minutos mas, me hubiera ofrecido pero yo también estaba hasta las manos con mis cosas. Solté un suspiro que era ciertamente puramente de un aburrimiento enorme, seguramente no iba a terminar ese trabajo, ya sabría como iba a arreglarme después las cosas, a lo mejor podría convencer a mi profesora de entregarlo luego, ya tendría tiempo de pensar luego.-Lamento lo de tu carga-termine de decir con una sonrisa, mientras hacia una especie de mueca mirando la gran mochila, seguramente la estaría llevando por vario tiempo y a lo mejor seria realmente molesto.

Note que estaba mirando directamente a mis libros, especialmente a mi grimorio, no dijo nada pero yo tampoco, a lo mejor le llamaba la atención que tenga un libro tan viejo, sin embargo no le mencione nada, a lo mejor le comentaría alguna mentira sobre el porque del libro si es que me preguntaba, entre mas lejos estemos del tema de lo sobrenatural mejor ya que ningún humano debía saber nada de esto, era mas por su bien que por otra cosa.-Erick-repetí mientras asentía con mi cabeza lentamente-Lindo nombre-repuse mientras miraba las hojas que caían lentamente hacia el suelo, un pequeño escalofrió me cruzo la espalda, el clima estaba bastante cambiado. Enfoque mi mente por un minuto para que el viento dejara de soplar y luego de varios minutos en silencio de ambos, la brisa ceso. Sonreí para mi misma.-Al fin ese feo viento se calmo-agregue como comentario, haciéndome la interesada en eso para disimular claro.

Levante una ceja divertida cuando menciono que podía ser muy atractivo, no iba a negarlo pero tampoco era que lo iba a reconocer en voz alta. Me comencé a reír cuando puso una cara de chico sexy-¿Siempre eres así de humilde?-le pregunte de forma irónica, siguiendo su broma. Apague y guarde la cámara en mi bolso, me di media vuelta para comenzar a caminar directo al pueblo, desde allí mismo se podía ver algunos edificios lejanos.-Ningún problema, ¿sabes? eres afortunado, tienes una guía para la nueva ciudad que conocerás.-empece a caminar lentamente hacia Mystic Falls-Bueno, desde ya te digo que no es la gran cosa, simplemente un pueblito pero te la puedes pasar bien...-esa era una buena introducción para mi pequeño discurso, le contaría algo de la historia, ademas de mostrarle los lugares cuando lleguemos al centro de la ciudad, no me iba a explayar mucho, lo único que faltaba es que caminara dormido por el aburrimiento.