Domingo | 1:58 a.m. | Jael

—Así que es aquí donde descansan los muertos importantes. —Su voz era poco más que un susurro contra la brisa nocturna y destemplada que azotaba los fresnos del lugar a su espalda. Ladeó el rostro. Había nota de mofa y curiosidad en su voz. Su figura pétrea e inamovible, destacaba contra la nívea piedra aguardando indolente frente a la escalinata que daba paso al interior del mausoleo. Conseguir llegar hasta allí había representado un verdadero reto. El reguero de sangre descendía desde Vermont hasta aquel pequeño pueblo del que había oído hablar tanto. Mystic Falls.
Al fin estaba allí. Tenía curiosidad por qué podría ofrecerle, después de todo uno no se toma tantas molestias para nada, y si realmente aquel lugar era tan aburrido como lo parecía a simple vista, al menos haría un buffet libre de él.
Lejos de entrar en el lugar y ver qué había en él, huyó de lo predecible, sentándose en la escalinata y mirando hacia la oscuridad reinante. Era espesa, aunque franqueable. ¿Qué clase de criaturas poblarían aquellos bosques y cuánto tardaría en averiguarlo?
Era analítico y sagaz. Minucioso. Pero en el suelo no se sentía en su elemento. Lo suyo siempre había sido verlo todo desde una distancia prudente, estudiar la situación y luego actuar. Toda su no vida se había regido por ello, y solo acortaba distancias cuando era estrictamente necesario. Como el seccionar miembros o beber hasta quedarse ahíto de glóbulos rojos.
No esperaba, aunque tampoco tenía prisa. No tenía calor o frío. Tampoco esperaba ver a alguien ni dejaba de esperarlo. No tenía ningún sitio al que ir, ni ninguno por el que sintiera la más mínima predilección. Era un vampiro nómada recién llegado y ese, un olor desconocido.
Alzó ligeramente el rostro, como quien escucha a una rata a través de una tubería; como quien siente la onda de una corriente de agua.
Podía salir al paso, aunque también podía continuar donde estaba. No le gustaba intuir nada, percibir, valorar y proceder podía resultar mucho más interesante. Y nunca rechazaba un buen trago de eso.